Abrazo a la tristeza igual que a la alegría,
igual que a la noche y que al día.
Abrazo al miedo, al juicio y al rechazo
igual que a la aceptación y al abrazo,
porqué TODO es fruto de la misma LUZ
que JUEGA LA VIDA desde el NIÑO confiado que hay en mi,
desde la certeza de que todo es PERFECTO tal como ES
y de que solo se trata de JUGAR con MIL COLORES.
TODO ESTÁ BIEN…
Mil colores
