Cuando me siento mal físicamente, me pongo el termómetro para comprobar no estar demasiado alta de temperatura. Cuando me siento mal anímicamente, me ayuda mucho ponerme el «generómetro», para comprobar no estar demasiado baja de GENEROSIDAD.
Cuando me siento mal físicamente, me pongo el termómetro para comprobar no estar demasiado alta de temperatura. Cuando me siento mal anímicamente, me ayuda mucho ponerme el «generómetro», para comprobar no estar demasiado baja de GENEROSIDAD.